Una razón que explica la alta tasa de mortalidad es el tamaño de su población de la tercera edad, la segunda más grande del mundo después de Japón. Pero más allá de características particulares de la población, la falta de coordinación de los líderes y la falta de cooperación de los ciudadanos jugaron un papel fundamental.

Por un lado, las medidas de aislamiento en Italia tardaron en ser estrictas y fueron más una reacción a la trayectoria letal del virus que una medida de prevención. Por otro lado, los esfuerzos para realizar pruebas estuvieron desconectados. Inicialmente se pensó en practicar pruebas de manera masiva, pero luego se cambió de política para priorizar el uso de pruebas en aquellos que presentaban síntomas severos. Los líderes se dividieron entre quienes vieron el virus como una amenaza y los que no y los mensajes mixtos crearon confusión, lo que llevó a una falta de cooperación de los ciudadanos. Incluso después de que se impuso la cuarentena a nivel nacional, el gobierno Italiano falló en comunicar la amenaza y en persuadir a los ciudadanos de cumplir las reglas que además parecían llenas de vacíos.

La falta de acción rápida hizo que el sistema médico colapsara lo que llevó a un aumento en el número de muertos. Por falta de capacidad empezaron a morir personas que de haber tenido acceso a un adecuado tratamiento médico habrían podido recuperarse.

A pesar del oscuro panorama nacional, el caso de Vò Euganeo es particular. En esta ciudad de 3.341 personas los casos activos se redujeron de 89 a solo 6 después de la implementación de las pruebas masivas, un número que pronto cayó a 0 (13). La ciudad evaluó a cada residente y se puso bajo cuarentena durante dos semanas. Pasado este tiempo volvió a evaluar a cada residente. Los infectados permanecieron aislados hasta que se recuperaron, y la ciudad reabrió sin experimentar casos nuevos. La tasa de mortalidad entre quienes contrajeron la enfermedad fue del 1% (14), muy inferior al promedio en el país (15). Si bien Vò Euganeo es un pequeño pueblo que pudo testear a toda su población, este caso muestra una vez más que la combinación de cuarentena y el uso masivo de pruebas parece ser clave para superar el brote de la epidemia en el menor tiempo posible mitigando las consecuencias económicas y humanas.

play_arrow Falta de coordinación del gobierno italiano y falta de cooperación de los ciudadanos.

play_arrow Vò Euganeo le dio ejemplo al resto del mundo de cómo testear de manera masiva les ayudó a superar el brote.

Fuentes:

The Guardian (13)

ProMarket(14)

Centers for Disease Control and Prevention(15)

New York Times(16, 17, 18)

Live Science(19)

Los primeros casos confirmados en Alemania eran personas relativamente jóvenes que se habían contagiado en las estaciones de esquí en Austria e Italia. Esto hizo que las primeras semanas la tasa de mortalidad fuera especialmente baja ya que el promedio de edad de los contagiados era mucho menor que el de países como Italia o Francia. Pero más allá de esta condición inicial del contagio, una de las razones principales, es que Alemania ha realizado muchas más pruebas que la mayoría de países. Esto disminuye inmediatamente la tasa de mortalidad en el papel porque significa que puede capturar más casos asintomáticos o con síntomas leves, lo que aumenta el número de casos, pero no el número de muertes.

Realizando alrededor de 350,000 pruebas semanales, las autoridades no solo han podido aislar efectivamente a las personas infectadas, sino que también han podido proveer atención de manera oportuna. Un diagnóstico temprano permite un tratamiento adecuado antes de que los pacientes empiecen a agravarse. Además, el personal de salud es testeado con frecuencia. Para no tener que practicarle pruebas a todo el personal, los hospitales han empezado a testearlos en bloques de 10 empleados: si a quien se le practica la prueba resulta positivo se realizan pruebas a todos los pertenecientes al bloque.

Algo clave del caso Alemán es que el testeo masivo ha sido posible porque las pruebas son gratis, incluso para los que no tienen seguro médico. En combinación con el testeo masivo, los alemanes han realizado enormes esfuerzos en hacerle seguimiento a los casos confirmados como en Corea del Sur.

play_arrow Testeo masivo, seguimiento de casos, tratamientos tempranos.

play_arrow Gobierno que genera confianza y unos ciudadanos que obedecen a las medidas de distanciamiento social.

Fuente: New York Times(10)

Los primeros casos de Coronavirus en el país se presentaron en el estado de Washington a mediados de Enero. Sin embargo, el gobierno federal pensó que era algo manejable y no tomó medidas al respecto. Desde mediados de Febrero, cuando llegaban las noticias de la situación crítica en Italia, se empezó a creer que el virus se estaba esparciendo silenciosamente por Estados Unidos y que cuando se tomaran medidas probablemente sería muy tarde. Y así fue. Solo hasta principios de Marzo cuando empezaron a surgir preocupantes brotes en otros estados como Nueva York y California, por iniciativa de gobernadores y alcaldes más que por una guía del gobierno federal, se empezaron a establecer recomendaciones de distanciamiento social y a hacer efectivas medidas para contener la propagación. Esto hizo que hubiera una acción descoordinada y mientras en estados como Washington adoptaron rápidamente medidas de aislamiento y empezaron a aumentar el número de pruebas, en estados como Florida tardaron casi hasta finales de marzo para establecer las políticas de aislamiento.

El presidente Trump, preocupado por los efectos económicos de medidas de aislamiento ha sido inconsistente en su discurso, dejando al país sin un liderazgo claro. Esto ha llevado a que haya una desconexión entre el gobierno federal y las iniciativas de aislamiento estatales, lo que se ha visto reflejado en historias diferentes para cada uno de los estados. Por ejemplo, mientras el estado de Washington parecen estar “aplanando la curva”, los hospitales del estado de Nueva York no dan a basto.

Además de la falta de coordinación entre estados, en el país se tardaron mucho en empezar a realizar pruebas en masa. Aunque en tan solo un par de semanas se ha logrado aumentar significativamente la cantidad, está aún lejos de alcanzar el número de pruebas procesadas por millón de habitantes de otros países como Corea del Sur o Alemania, lo que dificulta establecer cuándo es apropiado volver a abrir la economía y cómo mitigar la crisis.

En países como China o Corea del Sur, se implementaron agresivos sistemas de cuarentena y de rastreo de las personas, sacrificando así la libertad y la privacidad de la población en pro del “bienestar colectivo”. Sin embargo, incluso si el gobierno de Estados Unidos tuviera intención de impulsar medidas igual de agresivas, estas son más difíciles de implementar porque van en contra de pilares de su cultura como la libertad individual de asociarse y la privacidad. Actualmente, organizaciones no gubernamentales y universidades están trabajando incansables para modelar con la información que tienen disponible cuánto debe aumentar la capacidad médica (camas, ventiladores, pruebas) y cuándo debe reabrir la economía para minimizar el costo de vidas humanas.

play_arrow Acción lenta y falta de coordinación del gobierno federal y los gobiernos estatales.

Fuentes: Bloomberg, Vox, The Atlantic(20, 21, 22)

Las autoridades en Corea del Sur no tuvieron que limitar el movimiento de los ciudadanos porque gracias a que realizaron pruebas de manera masiva, pudieron identificar y neutralizar rápidamente el principal foco de contagio: una iglesia local. Los coreanos actuaron rápido porque después de un estallido del síndrome respiratorio de Oriente Medio en 2015, que dejó 38 muertos, aprendieron cómo enfrentar una epidemia.

Algo clave del caso coreano es la realización rápida de pruebas, con frecuencia y de forma segura. Para evitar el colapso de los hospitales, abrieron cerca de 600 centros de pruebas diseñados para evaluar a la mayor cantidad de personas lo más rápido posible, reduciendo el contacto y protegiendo al personal de salud. Con alrededor de 50 estaciones de auto-servicio, los pacientes pueden recibir pruebas sin bajarse de sus carros. El proceso dura alrededor de 10 minutos, y los resultados están listos en cuestión de horas.

Sumado al testeo masivo, el personal de salud se encargó de rastrear todos los movimientos de las personas contagiadas con ayuda de cámaras de seguridad, registros de tarjetas de crédito y hasta datos georreferenciados de sus carros y celulares. Cuando el número de casos aumentó a tal punto que fue difícil hacer un seguimiento tan detallado a cada uno de los contagiados, las autoridades empezaron a enviar mensajes en masa. Los ciudadanos reciben alertas de emergencia cada vez que nuevos casos son descubiertos en sus distritos. También se establecieron páginas web y aplicaciones para teléfonos inteligentes que muestran cada hora información sobre los movimientos de las personas infectadas. Los obligados a entrar en cuarentena deben descargar otra aplicación que envía alertas a los oficiales si los pacientes no cumplen con el aislamiento.

Por último, algo clave en el caso de Corea ha sido la ayuda de los ciudadanos. Las autoridades conscientes de que no se le pueden practicar pruebas a toda la población, decidieron mantener a los ciudadanos completamente informados y pedir su cooperación. En las cadenas de televisión, estaciones de metro y a través de alertas para celulares, los líderes difunden recordatorios constantes sobre las medidas de salubridad. La acción colectiva ha facilitado los esfuerzos.

play_arrow Acciones rápidas, pruebas masivas y seguras, seguimiento de contactos.

play_arrow Soporte crítico a sus ciudadanos.

Fuente: New York Times(9)

Una diferencia de Suecia con respecto a los otros países es que dejó las políticas de salud pública relacionadas al Coronavirus en manos de agencias expertas en vez de decretar mandatos gubernamentales. Los expertos han optado por no imponer medidas de cuarentena o aislamiento y mantener la sociedad en funcionamiento. Su método está basado en la confianza en que los ciudadanos serán responsables de no esparcir el virus, de obedecer voluntariamente las medidas de salubridad e higiene y que los mayores de 70 años y aquellos con síntomas permanecerán en casa. La idea detrás de esta aproximación es que con la cooperación de los ciudadanos se mantendrá la tasa de contagio a un nivel decente sin tener que cerrar el país lo que puede ser una solución viable en el largo plazo.

Anders Tengell, epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia, ha explicado que ningún enfoque para contener el virus tiene una "base científica histórica" ​​demostrada, y que sus modelos regionales predicen resultados menos pesimistas en términos de casos, hospitalizaciones y muertes, lo que sugiere que esta estrategia puede ser suficiente hasta que se alcance la inmunidad del rebaño. Sin embargo, los críticos señalan dos áreas que la estrategia de Suecia no aborda: la recurrencia y la propagación asintomática. Primero, se ha demostrado que, a pesar de la respuesta inmune del cuerpo al coronavirus, puede recuperarse, debilitando la ya dudosa teoría de que si una población lo suficientemente grande desarrolla una tolerancia, el virus ya no se propagará. En segundo lugar, un problema importante para todas las estrategias de contención de COVID-19 es la diseminación pre y asintomática. Depender de la capacidad de las personas de autocontrolarse y quedarse en casa una vez que detectan los síntomas pasa por alto la probabilidad no insignificante de que puedan haber infectado a otros antes de darse cuenta de que ellos mismos están infectados.

Datos recientes (hasta el 12/05/20) de Suecia muestran que más de 3,000 personas han muerto por el virus. Cifra elevada en comparación con la de sus vecinos y que podría ser incluso más alta porque muchos de los fallecidos no son examinados. Entre esas muertes, aproximadamente un tercio murió en hogares de ancianos, donde los asistentes no usaban máscaras o guantes. Muchos señalan esto como evidencia de que el distanciamiento voluntario es insuficiente, dado que el virus fue traído a estos hogares por trabajadores asintomáticos que pensaban que estaban sanos. El gobierno reconoce que las personas mayores en los hogares son un problema, pero argumenta que esto no es un defecto de la estrategia en sí, sino una aplicación incorrecta de la estrategia. A pesar de las críticas, la decisión del gobierno sigue siendo dejar el país abierto, en parte porque creen que las medidas drásticas no tendrán sentido cerca del pico de la curva, donde creen que están. En general, las respuestas del público y de los epidemiólogos se han dividido, algunos elogian a Suecia por evitar un bloqueo que requiere un inmenso estímulo económico para reparar, mientras que la mayoría dice que arriesga la vida de manera imprudente.

Fuentes:

The Guardian (24)

Telegraph(25)

Nature(26)

En una gráfica común, los valores en el eje vertical crecen de forma lineal: 1, 2, 3 y así sucesivamente, o 10, 20, 30, por ejemplo. Por el contrario, en una logarítmica, cada marca en el eje vertical representa un crecimiento exponencial de la marca anterior: 1, luego 10, luego 100, 1000, 10000 y así (los intervalos no tienen que ser necesariamente un factor de 10, pueden ser de 2, 5 o cualquier número). Esto permite que la escala logarítmica visualice de forma más clara la tasa de crecimiento de una variable que una escala lineal. Veamos la gráfica de abajo.

Ambas muestran los casos confirmados en Italia y Estados Unidos. A la izquierda los datos están graficados linealmente, mientras que a la derecha logarítmicamente. La gráfica de la izquierda nos muestra que la situación está mucho más grave en Italia que en Estados Unidos, porque sus casos confirmados son muchísimo más altos, a pesar de que los casos vayan en aumento en ambos países. Pero esto es solo una parte de la historia. La gráfica de la derecha nos muestra que Italia tiene más casos que Estados Unidos (al igual que la otra gráfica), sin embargo, esta gráfica nos muestra al final que el número de casos en Italia está empezando a desacelerarse, mientras que en Estados Unidos se está acelerando. Lo cual indicaría que la situación en Italia está mejorando, mientras que en Estados Unidos no. Esta parte de la historia es fundamental a la hora de observar el impacto que tienen las políticas públicas en la contención de la epidemia.

Fuente: New York Times(23)